Uno de los relatos más celebres de Edgar Alan Poe hace referencia a un sobre escondido en una habitación. Las personas que lo buscan lo hacen en todos los rincones; destapando cajas, revolviendo cajones, descolocando los libros de las estanterias...Naturalmente no dan con él porque, precisamente, el sobre está en el lugar más evidente: encima de la mesa, allí donde a nadie se le ha ocurrido mirar. Han pasado delante decenas de veces y no lo han visto. Las personas, al fin y al cabo, somos así: como aquel pececillo de aquel otro relato (esta vez es de Anthony de Mello), que buscaba preocupadísimo el océano mientras nadaba en él. Estaba esperando disfrutar de una dicha inmensa cuando llegara a esas aguas y, lo peor, estaba perdiendo el tiempo y se estaba perdiendo ya ese disfrute. Sea por inconformismo o simplemente por ceguera, ni siquiera somos capaces de ver lo que tenemos delante de los ojos, tan empeñados estamos en buscarle, en ocasiones, tres pies al gato o en complicar cosas tan elementales como la Verdad (Como diría Oscar Wilde: "Ni siquiera las cosas ciertas pueden ser probadas").
A lo mejor de todo lo dicho podemos llegar a deducir algunas de las características de la creatividad, entendida en sentido general y no necesariamente referida a las capacidades artísticas. Hablamos de una cualidad, presente en todos los seres humanos (en mayor o en menor medida), que se caracteriza por encontrar respuestas fluidas, originales y, lo que parece más importante en los últimos años, eficaces, a problemas más o menos complejos. Quienes estéis interesados en completar vuestros conocimientos sobre dichas características, podéis acceder a la segunda de las discusiones que aparecen en este foro, Creativos y Educados, sobre la que debatimos en el anterior semestre con vuestras compañeras de 2º B y C. No quiero repetir lo dicho entonces, ni siquiera creo conveniente plantear el discurso que desde la psicología (¡cómo no!) y desde la empresa o la economía ("los mercados", como dirían ahora) está hoy día tan de moda: ahora resulta que van a ser ellos los que nos expliquen qué es la Creatividad y cuánta importancia debe tener en la materialización de nuestras ideas y en la resolución de los problemas de nuestras sociedades, como si desde Altamira no hubiésemos aprendido nada (entre otras cosas, que las paredes están mucho mejor pintadas si la pintura es buena).
Si recordáis un poco la presentación de la asignatura del primer día, muchas veces la manera de encontrar ideas inspiradoras está relacionada con una actitud para la que no siempre la obcecación es lo mejor. Lo que espero que hayamos planteado en clase esta mañana (viernes, 13 de abril de 2012) con la presentación del trabajo sobre el Objeto Poético, es que disponemos de estímulos suficientes a nuestro alrededor como para que la actividad creativa de nuestro cerebro (o nuestro corazón, o nuestro estómago...) genere materiales, espacios, actividades profesionales futuras...suficientemente atractivas y enriquecedoras, tanto personalmente (¡Es lo primero!), como para las personas que nos rodeen. Y si es necesario dejar de leer este texto, salir a pasear entre las nubes, escuchar una melodía...antes de continuar con la lectura (o de plantearse si quiera la contestación), pues hagámoslo (de hecho es lo que yo voy a hacer en este momento).
En un artículo que escribí para una revista, hace unos años, decía que la educación artística debía preocuparse fundamentalmente de educar la mirada y no sólo de hacer más hábiles nuestros dedos en el trabajo manual. La escuela ha estado siempre más preocupada de este aspecto en las asignaturas de este área y ello, evidentemente, es un error. El trabajo del Objeto Poético (o Surrealista) lo que pretende es poneros ante esa disyuntiva, aunque de una manera mucho más concreta y, por lo tanto, algo más violenta. Se dice del artista "qué manos tiene", pero debería decirse en su lugar algo parecido a "qué inteligente es" ya que la técnica es algo que siempre está supeditada a la idea primaria original (Panofsky, 1924). Tened la idea y, lo demás, vendrá por añadidura.
PARA LA REFLEXIÓN y LA CONTESTACIÓN:
¿Idea o Materia? O, lo que es lo mismo...
No es una foto.
Es una pintura.
¿Os gusta?
¿Y si supierais que el pintor ha proyectado una imagen sobre el lienzo en blanco y ha pintado sobre la proyección?¿Cambiaría en algo vuestra opinión?
¿Por qué?
Pensad en un pintor o en un escultor famoso. ¿Sabéis que, en la mayor parte de los casos, la mayoría de sus trabajos fueron efectuados por sus ayudantes/discípulos y sólo al final, el "maestro" contribuía otorgando a la obra un último "toque" (el toque maestro, naturalmente)?
Conocéis a Rodin, naturalmente...
¿Sabéis que él modelaba en barro las figuras y que eran sus ayudantes los que generalmente pasaban sus obras al mármol? ¿Sabéis que prácticamente toda la escultura que se hace en Europa antes de Brancusi, se modela previamente en barro y sólo se pasa a la piedra al final, con unas máquinas "sacadoras de puntos", que lo hacen como si se tratara de "robots" (de una fotocopiadora en tres dimensiones, un pantógrafo, para entendernos)? ¿Qué mérito tienen, entonces, los ayudantes?
Esta imagen es una muestra de ese trabajo con la máquina de puntos. Buscad información de esa y otras máquinas utilizadas para ese fin...veréis que son muchas más de las que imagináis.
Por cierto: Constantin Brancusi (1876-1957)...¿Qué beso os gusta más, el suyo o el de Rodín?¿Por qué?
Bueno, pues A TRABAJAR. Disponéis de todo el mes de abril para vuestras aportaciones.
¡Poesía sois vosotr@s!